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Arquitectos: Daniel Mòdol
- Área: 2126 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Jordi Bernadó y LOOM
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Proveedores: Cerámicas Ferrés, DOMINADOR
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La transformación de la zona del 22 en el barrio del Poblenou en Barcelona está siendo una oportunidad para impulsar un nuevo modelo de ciudad que empuja a Barcelona a la renovación de sus tejidos industriales. Gracias a la innovación creatividad y diseño de las nuevas arquitecturas, se consiguen edificios y espacios que generan un conjunto de barrio más sostenible.
El proyecto se basa en la rehabilitación global y cambio de uso del antiguo edificio industrial ocupado por la histórica ferretería Balius, fundada en 1914 donde se podía encontrar a la venta prácticamente todo para la construcción.
Es un edificio de cinco plantas, construido en los años 70 con una estructura metálica roblonada y de bóveda catalana que le aporta un carácter único, por lo que, en el proyecto, se opta por conservar estos dos detalles del antiguo edificio.
Para el resto de la intervención, se ha introducido una construcción moderna y modular y se ha tratado de, aunque el tipo de construcción sea modular para hacer más ágil el proceso de construcción, los materiales y el tamaño del módulo se adapten al entorno residencial y a los materiales tradicionales como la cerámica, el hierro y la madera.
Se retira la fachada principal para poner en valor la estructura existente y para que sea visible desde el exterior. La fachada interior adopta una tipología de galería clásica con carpintería de madera natural y de vidrio sobre la que se plantea una fachada vegetal con jardineras metálicas industriales que aportan vitalidad a la composición del edificio.
Todos los materiales seleccionados son nobles y de proximidad y desde el diseño, se ha querido dar prioridad a materiales que sean fáciles de encontrar en el entorno del edificio para conseguir respetar en la medida de lo posible el entorno próximo residencial y para domesticar estos nuevos tipos de edificios implantados en el barrio. Se recupera el color verde existente en gran parte de la estructura interior del edificio y se enfatiza usándolo en toda la estructura y cerrajería de todo el edificio.
En la planta cuarta se crea un retranqueo de la fachada generando un espacio exterior y se colocan distintas salas de reunión como espacio híbrido con opción de interactuar con el exterior. En el resto de plantas tanto la luz natural como la ventilación viene dada por las aberturas en la fachada principal, la creación de un patio en el antiguo hueco de escalera y la fachada posterior de pavés.
El edificio se diseña bajo criterios de sostenibilidad, donde el ahorro energético y el confort del usuario son primordiales para generar un espacio de trabajo sostenible que cuenta con certificación LEED. El edificio también se conecta a la red urbana de calor y frío (DHC) y a la red de recogida neumática de residuos.